Tardes de café y la verdad (running)

En esta tarde de café, pero sin café, ya sabes, en el camino, el tema es "La verdad". Aquí Cuervo Fitness, analizando distintos conceptos sobre la verdad, y una especial atención a la verdad en la actualidad y los medios de comunicación.

Hola. "Jefe compañía llamando a Cuervo". Aquí Cuervo Fitness, para los matutanos de hoy, ayer y siempre.

Seguimos, seguimos en la carrera, claro, y os adelanto un poquito el tema de hoy, como siempre, ya sabéis, "Tardes de café con cuervo Fitness", nuestra charla, nuestro debate durante la carrera, hoy con un tema muy de actualidad, digamos, "la verdad". La verdad, amigos. ¿Sois sinceros, sois sinceros con vosotros? ¿Pensáis que los medios mienten? Mucho, mucho tema candente, eh. Venga, hasta ahora.

Cuenta la leyenda que, en el castillo de Camelot, estando allí el Mago Merlín y siendo preguntado por su Rey Arturo acerca de la mejor virtud de un caballero ¿quizá la galantería? ¿la fuerza?

¿la destreza con la espada? Bueno, Merlín no se lo pensó mucho y su respuesta, su respuesta fue instantánea.

Respondió: "La verdad". La verdad como la máxima virtud de un caballero. Despoja a un caballero de la verdad e instantáneamente deja, deja de serlo, amigos, ya no es un caballero, no podrá sentarse más con los demás en la Mesa Redonda. Bonito tema ¿no? Vamos a seguir un poco...

Estamos aquí, en tardes de café con cuervo Fitness, y esta es mi forma de tomarme el cafelito ¿no?

A pleno sol y sin café. Bueno, me sirve de excusa para hablar contigo de temas como el que nos ocupa hoy: la verdad. Hemos oído la leyenda de Merlín y Arturo, y eso está muy en la idea de la verdad medieval, que es la verdad hacia uno mismo, el compromiso que uno adquiere para hacer lo que cree correcto, para ser coherente con la verdad, siendo la verdad prácticamente sinónimo del bien. Por supuesto, siempre desde el prisma y la óptica de la caballería aquí no voy a caballo, no, no, sino que voy a patita, ya veis, a patita, por estos lugares, ahora hacia arriba, luego hacia abajo, y siempre para adelante, no lo olvidéis, no dejéis de moveros. Venga, saludos...

Bueno, pues no sabemos en qué años vivieron Merlín y Arturo, pero, seguramente, bueno, realmente no sabemos ni siquiera si vivieron, pero, de haberlo hecho, seguramente fue en una temprana Edad Media, en lo que fue una edad oscura. Así que, sin duda, el siguiente protagonista del que os voy a hablar vivió antes que ellos (si es que ellos vivieron). Y el nuevo protagonista pues es, ni más ni menos, que Julio César.

¿Qué tiene que ver Julio César con la verdad? Bueno, pues se le atribuye la siguiente reflexión: Uno cree lo que quiere creer. Uno cree lo que quiere que sea verdad.

Uno acepta la mentira de lo que le gustaría que fuese verdad. ¿Y esto por qué es tan importante, este fenómeno?

Pues porque es lo que está detrás, como base, de muchos, muchos, muchos engaños, amigos, como el de la estampita, como de muchas estafas, como los chollos, te ponen el caramelo, tú lo quieres creer, te gustaría, picas, y aceptas como verdad una mentira como un castillo.

que, si en vez de dejarte llevar por la creencia, por el sentimiento, por el ímpetu, te dejas llevar, o, mejor dicho, te paras y analizas, seguramente no lo verías tan de color de miel, no verías el caramelo tan dulce, sino que lo verías un poco emponzoñado. De ahí, amigo, esta reflexión de Julio César: uno se cree lo que quiere creer, lo que quiere que sea verdad. Reflexiónalo...

Seguimos, en Tardes de café con cuervo fitness, y ¿cómo llevas el café? ¿está rico? ¿lo has endulzado?

Yo el mío muy poquito, y, sorbito a sorbito, que ya voy casi un poquito menos de la mitad, me queda ya menos de la mitad del café. Y vamos a dar un salto en el tiempo sobre nuestro tema "la verdad", vamos a saltar hasta la época actual, que no la época moderna, porque la época moderna ya terminó, hoy estamos en la época actual, no podemos llamarla de otra forma, porque los historiadores la han liado un poco al llamar a las épocas con una referencia del tiempo, así que, aquí estoy, simplemente 2023, esta es la tierra que piso, y hoy "la verdad y los medios". Los medios de comunicación ¿no deberían ser aliados nuestros, aliados de la sociedad? ¿Por qué mucha gente hoy día no los llega a creer, no los considera confiables?

Es peliagudo, entran, bueno pues, movidas, entran movidas, sí, la oculta, las facciones, la geopolítica...

Pero, incluso sin nada de eso, yo creo que los medios tampoco, tampoco dirían la verdad, o al menos no toda la verdad. Es evidente que uno, cuando escucha una noticia, ya sea por la clásica tele, por Internet, por una red social, sepa Dios, esa noticia está diseñada para que nosotros, gente como tú y como yo, la creamos a bote pronto, prácticamente sin pararnos a pensar. Pero hay gente, y yo te recomiendo que lo hagas, que, en un segundo impulso, hace esa reflexión. Especialmente con los titulares más llamativos hay que hacerla. Una reflexión, pensar causas, consecuencias, quién puede estar detrás, a quién le puede favorecer,...

Y, aunque todo sea muy embrollado, por lo menos algo, algo, algo sospecharemos, que no sé si es mejor o peor, porque el que duda no es feliz, pero en fin, eso es otro tema: "La felicidad y el desconocimiento". tardes de café con cuervo fitness, aquí seguimos...

Y, terminando ya con nuestro tema "La verdad", una pregunta muy directa: ¿Cómo crees que eres de crédulo? ¿Cómo sientes que eres de crédulo? ¿Piensas que deberías creer menos lo que te dicen?

¿O piensas que deberías ser un poco menos incrédulo, confiar más en los demás?

Sí, a veces depende mucho del mensajero ¿no? A un amigo seguramente le damos un nivel de confianza más alta que a un extraño, pero incluso dentro de un extraño ¿qué tal la apariencia de ese extraño? Si encaja con nuestra apariencia ideal, seguramente le demos más, más credibilidad.

¿Lo has pensado, no? Todo eso no sólo lo estamos pensando nosotros ahora, sino que está pensado y estudiado desde hace décadas, décadas, amigos, y nosotros, los mindundis de hoy, no podemos hacer casi nada, porque nos llevan, nos llevan mucha ventaja. Pero, en fin, yo hoy me limito al camino, que sí, lo he dicho muchas veces, es largo, pero hay que seguirlo, hay que seguirlo, ¡venga!