Tardes de café y el perdón (running)

El perdón es el tema centra de esta edición de "Tardes de café con Cuervo Fitness". ¿Qué tal es tu relación con el perdón? ¿Sueles perdonar a los demás? ¿Quizá no a ti mismo? ¿Es útil el perdón? Analizaremos distintos puntos de vista sobre el perdón, mientras saboreamos un delicioso café en el acogedor camino ¡no te lo pierdas!

¡Hola!

Bienvenidos, estamos aquí en una edición más de "Tardes de café con Cuervo Fitness".

Hoy el tema es el perdón. ¿Por qué el perdón? Bueno, porque yo venía pensando que, como presumo mucho ante vosotros de que yo esto de hacer ejercicio, de no parar de moverme es algo que no perdono, pues por ahí me ha venido esto del tema del perdón. Pero lo vamos a enfocar de un modo más clásico, y, ya veréis, porque os va a gustar eh, os va a gustar. Vamos, vamos allá, seguiremos hablando.

Sí, aquí sigo, dándole caña al cafelito, y dándole caña al perdón.

El perdón es el tema de hoy en "Tardes de café con Cuervo Fitness".

Nos preguntamos: el perdón ¿es válido? ¿consideras que es positivo? ¿consideras que es contraproducente? ¿Puede ser que consideres que es inútil?

Bueno, de todas estas respuestas seguramente ninguna puede ser categórica, y dependerá mucho, creo que todos estamos de acuerdo, de la gravedad de la parida que hayamos hecho. Por ejemplo, algo sencillito, ¿perdonarías a un amigo? ¿le perdonarías que no te invitase a una fiestecita? Puede, puede que sí, aunque seguramente muchos de vosotros no. Pero meteremos una nueva variable en esto. Vamos a seguir.

Hola, un inciso aquí Papá Pitufo para comentarte y pedirte perdón por el audio de este vídeo, porque notarás en algunos momentos sobre todo que el viento cortaba, cortaba y fastidiaba el sonido. El micrófono pues es el de la cámara, ya sabéis que yo grabo en crudo.

Y, eso es, simplemente te pido perdón y, adelante, sigue disfrutando del vídeo.

Está claro que, ante una misma situación, ante una misma parida cometida por alguien, pues unos admitiremos el perdón como noción válida, y otros pensarán que no, que de perdonar nanai.

Dependerá sobre todo de la gravedad de la parida. Bien, en eso creo que estamos todos de acuerdo, ya cada uno decidirá cuán grave puede ser para vetar o no el perdón. Pero vamos a introducir la variable de la relación hacia quién es el perdón, vamos a distinguir perdonar a los demás o que nos perdonen a nosotros. En este sentido, tenemos las siguientes posibilidades. Una persona que por regla general perdona a los demás, y que por regla general también se perdona a sí mismo, y considera que merece el perdón de parte de los demás. Bueno, esto es lo que yo llamaría un blandengue, así que no hay mucho más que hablar, pasamos hoja. Luego está el tema de quienes por regla general no perdonan a los demás y, consecuentemente, tampoco se perdonan a sí mismos, ni creen que merezcan el perdón. Estas personas son demasiado radicales, vamos a decir, van en un camino pues con buena intención quizá pero seguramente yerran, yerran el tiro. Pasamos a otra categoría que son los que no perdonan a los demás por regla general pero sí se perdonan a sí mismos y consideran que merecen el perdón. Bueno, si tú eres uno de éstos, amigo, siento decírtelo pero eres un indeseable, un indeseable en lo referente, en lo referente al perdón y sus relaciones. Me queda un último grupo, los que perdonan por regla general a los demás, pero consigo mismos son más duros, no se perdonan ni se creen merecedores del perdón.

Bueno, tenéis un problema, claro que sí, no os castiguéis tanto, trataros con ecuanimidad. Está bien que perdonéis, pero vosotros también podéis merecerlo. Quizá no os creáis que debáis ser jueces. Bueno, dejad decidir a los demás, y si os perdonan recibidlo de buena gana, aceptadlo como una bendición. Y esto sí que es una bendición: la cuestecita esta, venga...

(me acabo de tragar un mosquito).

Venga, no os cortéis, decidme qué os parece esta dialéctica, esta dicotomía, este sin vivir del perdón, aquí en "Tardes de café con Cuervo Fitness". Seguimos ya, camino de vuelta y vamos a volver a la disyuntiva de simplemente perdonar sí o no, pero vamos a introducir un asunto, un asunto muy delicado que casi siempre que hablamos de perdonar, no perdonar, seguir adelante, deshacerlo todo... pues siempre aparece, y es la infidelidad ¿Perdonarías una infidelidad?

¿Te ha sucedido? Déjalo en los comentarios ¿Qué hiciste?

¿Consideraste que reforzaría tu relación un perdón, un rejuntamiento digamos, no?

¿Funcionó? ¿Se volvió a romper? La verdad es que este sí que es un asunto que da para soltar chorros de tinta y mucha, mucha palabrería, amigos, mucha palabrería, muy larga, tan larga quizá como el camino, siempre al camino, siempre, siempre.

Bueno, y por hoy creo que no me voy a enrollar más, aquí se acaba esta tardecita de "Tardes de café con Cuervo Fitness", hablamos del perdón, quizá metimos el dedo en la llaga de la infidelidad, o de cómo nos sentimos y nos percibimos ya sea el perdón hacia los demás o hacia nosotros mismos.

Discútelo, discútelo con tus seres más allegados. Os conoceréis, os ayudará a conoceros.

Es bueno, es bueno conocerse ¿no? Deja el móvil a un lado ¡no, termina el video primero! ¿no?

Después ya puedes seguir con tu vidilla social, en casa o en la calle, ¡vívela! vívela intensamente.